ENCUENTRO MISIONERO DE JÓVENES 2023


CARTA A LOS MISIONEROS

Navidad de 2011

Como en años anteriores mi primera carta de felicitación navideña es para vosotros. Contiene la felicitación de todos los cristianos de Jaén a sus enviados para anunciar, con su vida y sus palabras: que “en la Ciudad de David, ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor” (Lc 2,11); que el Niño Dios ha entrado en este mundo y camina a nuestro lado; que se hace pequeño para hacernos realmente grandes, a los divino, a todos los hermanos.

En la Nochebuena del año 2005 su santidad el Papa, Benedicto XVI, pronunció estas preciosas y profundas palabras que pueden ayudarnos en la contemplación de esa noche: “Dios es tan grande que puede hacerse pequeño. Dios es tan poderoso que puede hacerse inerme y venir a nuestro encuentro, como niño indefenso, para que podamos amarlo. Dios es tan bueno que puede renunciar a su esplendor divino y descender a un establo para que podamos encontrarlo y, de este modo, su bondad nos toque, se nos comunique y continúe actuando a través de nosotros. Esto es Navidad”

¡Qué su bondad nos toque! ¡Que su bondad nos transforme! Que acertemos luego a presentar esta bondad y anunciársela a los demás, haciendo nuestras su Palabra: “Os aseguro que cuanto hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis” (Mt 25,40)

Sabemos también muy bien que Dios sigue haciéndose pequeño en la humilde apariencia de la Hostia, de un pedacito de pan, para nacer en nosotros y ofrecerse dese este portal abierto a todos los hermanos en la Eucaristía.

Su presencia en la Palabra de Dios y en el Santísimo Sacramento es la eterna navidad que nos acompaña cada día, nos salva y nos une sin fronteras, sin distancias.

Nuestro Plan Diocesano de Pastoral para el Trienio 2011-2014. Lleva por título: “Evangelizar con nuevo ardor”. Durante este curso nos fijamos especialmente en los laicos, como testigos de la fe. Vosotros sois para esta Iglesia pilar y ejemplo de la Nueva Evangelización, desde la comunión. Ánimo. Caminemos juntos con el Buen Pastor que nos conduce y alimenta.

Cantemos y demos gracias a Dios por el don de su Hijo. Que entonemos el Te Deum, hecho villancico, desde nuestros corazones, unidos en la misma fe.

¡Feliz Navidad y un Año Nuevo, lleno de bendiciones divinas!

Con mi especial recuerdo y abrazo en el Señor.

X RAMÓN DEL HOYO LÓPEZ