ENCUENTRO MISIONERO DE JÓVENES 2023

La Misión en la era de Internet

Nuestra luz no proviene de trucos o efectos especiales, sino de nuestra proximidad misericordiosa hacia quienes encontramos heridos por el camino. No tengamos miedo de ser ciudadanos del ciberespacio.

¿Cómo pensar y repensar la misión en la era de Internet?
Hoy ya no existen distancias físicas, Internet a acercado no sólo a las personas, también a los continentes. Nos guste o no el ciberespacio es una realidad. Incluso el simple uso de la tarjeta de débito en el supermercado o el control clínico genera una enorme cantidad de datos electrónicos que son identificables y vinculados con nuestra persona. El mundo virtual no es sinónimo distorsionado.
Virtual viene del latín virtus, que significa «fuerza» o «virtud». Virtual  es un adjetivo que, en su sentido original, hace referencia a aquello que tiene virtud para producir un efecto, aunque no lo produzca presencialmente. Por eso, aunque la red siga despertando miedos y resistencias en muchos agentes de pastoral, también puede ponerse al servicio de la Misión. 
Un misionero después de cuatro décadas en África dijo: «Desde mi regreso de la misión me siento como un marciano. No entiendo las nuevas tecnologías». Sin embargo y, paradójicamente, tras unos meses algunas personas iniciaron un proceso de acercamiento a la práctica cristiana, porque habían leído su testimonio en las redes sociales.  
Tras leer las palabras de Papa Francisco en su mensaje para la 48 Jornada de las Comunicaciones Sociales (01.06.2014) «Internet es un don de Dios», los misioneros están aprendiendo a considerar la red como una ampliación y amplificación de los horizontes de su experiencia real. Aunque existe el peligro de una «misión light», sin un compromiso real con las personas. Tratan de responder a los desafíos para combinar web y misión, web y pastoral. Por lo que podemos afirmar que estamos experimentando no es sólo una nueva forma de comunicación, sino también de Misión.