ENCUENTRO MISIONERO DE JÓVENES 2023

CARTA PASTORAL DEL OBISPO DE JAÉN PARA LA JORNADA DEL DOMUND 2010


CARTA PASTORAL


24 DE OCTUBRE: DÍA DEL DOMUND 2010
Y
DEDICACIÓN DE LA CATEDRAL DE JAÉN; 350 ANIVERSARIO





Queridos fieles diocesanos:

El “Domund” de nuevo llama a nuestras puertas y a nuestros corazones. Este año será su celebración el día 24 de octubre.

Es la llamada especial que todos los años nos hace el mismo Santo Padre para colaborar, de forma activa y como discípulos de Jesucristo, en la tarea de llevar la Buena Noticia del Evangelio por todo el mundo.

1. El lema de la campaña misionera para este año es “Queremos ver a Jesús” (Jn 12, 21).
Hace referencia a la decisiva intervención del apóstol Felipe para acercar a un grupo de paganos a su encuentro con Jesucristo. Esta es la labor del misionero siempre: presentar, dar a conocer a Jesucristo, para que escuchen todos su Palabra y se unan como nuevos sarmientos a la Vid, vayan a su Viña.

En el Mensaje que dirige Su Santidad Benedicto XVI a toda la Iglesia en esta Jornada Mundial de las Misiones, nos invita, con esta ocasión, a “renovar el compromiso de anunciar el Evangelio y de dar a las actividades pastorales un aliento misionero más amplio.”

Por mi parte, dirigiéndome especialmente a los sacerdotes y catequistas, ruego expliquen y hagan llegar a todos los fieles, sobre todo a los niños, adolescentes y jóvenes, la reflexión que hace el mismo Santo Padre al lema propuesto.

2. Nos recuerda a todos los fieles católicos que “como los peregrinos griegos de hace dos mil años, también los hombres de nuestro tiempo, quizá no siempre conscientemente, piden a los creyentes, no sólo que hablen de Jesús, sino que le hagan ver a Jesús, que hagan resplandecer el rostro del Redentor en cada ángulo de la tierra, ante las generaciones del nuevo milenio y especialmente ante los jóvenes de todos los continentes, destinatarios privilegiados y sujetos activos del anuncio evangélico. Éstos deben percibir que los cristianos llevan la palabra de Cristo porque Él es la Verdad, porque han encontrado en Él el sentido, la verdad para sus vidas.”

Está recordándonos el Papa a los católicos la esencia del mandato misionero que todos hemos recibido de Jesús. Esta jornada misionera y su propagación espera que actualicemos cada uno y como Iglesia nuestra tarea irrenunciable de ser todos misioneros por la oración, por el sacrificio, desde el ofrecimiento de nuestras cruces ordinarias de la vida y por nuestra ayuda económica en apoyo de la obra de la evangelización.

A pesar de las dificultades económicas, nos invita Su Santidad Benedicto XVI “al cum-plimiento de la ayuda fraterna y concreta para sostener a las jóvenes Iglesias. Este gesto de amor... proveerá para distribuir, sostendrá la formación de sacerdotes, seminaristas y catequistas en las tareas de misión más lejanas y animará a las jóvenes comunidades eclesiales.”

3. Nuestra Iglesia diocesana de Jaén, con profundas raíces misioneras que vienen desde muy lejos, deberá seguir alimentando los fundamentos sólidos de esta vocación en la única fuente inagotable que es Jesucristo, el misionero de Dios Padre.

“La Iglesia nos invita, escribe Su Santidad, a aprender de María, mediante el rezo del Santo Ro-sario, a contemplar el proyecto de amor del Padre sobre la humanidad, para amarla como Él la ama.”

A la Santísima Virgen, Reina de las Misiones y a nuestro misionero en silla de ruedas, Beato Manuel Lozano Garrido, “Lolo”, encomendamos nuestros misioneros en todos los continentes, al tiempo que oramos también por el viaje del Santo Padre a Santiago de Compostela y a Barcelona los próximos días 6 y 7 de noviembre próximo.

4.- En nuestro limitado recorrido por esta vida nos corresponde hacer memoria, también, sobre acontecimientos históricos que nos unen con otras generaciones de cristianos. Se cumplen en esta misma fecha del 24 de octubre los trescientos cincuenta años de la Dedicación de la Catedral de Jaén. fue el Obispo de esta Iglesia, D. Fernando de Andrade y Castro, quien la bendijo y trasladó a ella el Santísimo Sacramento, dándose por terminadas sus obras de restauración.

Desde entonces ha venido celebrándose esta Fiesta de la Dedicación anualmente en todos los Templos diocesanos. La celebración, en este año, de la efemérides indicada, debe significar para todos los fieles y comunidades diocesanas un motivo para dar gracias a Dios desde el primer Templo Catedralicio, como lugar de oración de todos los diocesanos, y signo de Comunión de esta Iglesia particular con la Cátedra y Altar de Pedro en el Vaticano.

Con mi agradecimiento y saludo en el Señor, les bendice



RAMÓN DEL HOYO LÓPEZ
OBISPO DE JAÉN