Vito del Prete, secretario general de la Pontificia Unión Misional (PUM), una de las cuatro obras misionales, intervino en la mañana de ayer en el XXV Simposio de Misionología de Burgos, que está poniendo a debate “La cooperación misionera”.
Del Prete dijo que “cooperación misionera y actividad de evangelización van a la par” y que “hoy, cooperación no indica ayuda o apoyo a la misión, sino, más bien, la participación directa en la misión universal” y un “compromiso efectivo en la evangelización”. En este sentido, afirmó que “solamente si se da un despertar del auténtico espíritu apostólico, también las OMP conocerán un desarrollo, y muchas más personas serán conquistadas a la causa de las misiones”.
El secretario de la PUM pidió que se tome conciencia de que “nuestra misión no es un proyecto humano terminado, sino que es divino” evitando poner “excesiva confianza en la organización, en los medios y en las obras” y en la sobrevaloración de “los recursos humanos y materiales”, como si la predicación de Cristo fuera “cuestión de dinero, de obras y de desarrollo”. En este contexto, previno sobre un “tipo de evangelización que reduce la cooperación misionera a la recogida de fondos”.
Aunque Del Prete reconoció que “se está afianzando” la conciencia de que “la misión atañe a todos los cristianos” advirtió que subsiste también una tendencia grave “que atenaza a las Iglesias particulares a encerrarse en sí mismas”, matizando que “si el obispo tiene pasión misionera, toda la comunidad diocesana es misionera”.
Para el secretario de la PUM las OMP –que son “como el núcleo duro de esta pasión misionera”- no pueden ser “organismos que respondan de manera pasiva a las necesidades, con una obra de ingeniería distributiva de los fondos y recursos de personal, sino organismos capaces de ofrecer significados nuevos, de hacerles protagonistas de la evangelización”.
“A todas las OMP, les corresponde la tarea de proponer y realizar la evangelización como actividad que procede de Dios que es caridad, y del costado llagado de Cristo”, subrayó.
Para concluir, Del Prete sostuvo que “los criterios del futuro de la cooperación misionera serán, pues, establecidos por una más profunda penetración del misterio de Dios, por una lectura crítica de los signos de los tiempos, y por la capacidad de inventar los ministerios de la misión evangelizadora”.
Del Prete dijo que “cooperación misionera y actividad de evangelización van a la par” y que “hoy, cooperación no indica ayuda o apoyo a la misión, sino, más bien, la participación directa en la misión universal” y un “compromiso efectivo en la evangelización”. En este sentido, afirmó que “solamente si se da un despertar del auténtico espíritu apostólico, también las OMP conocerán un desarrollo, y muchas más personas serán conquistadas a la causa de las misiones”.
El secretario de la PUM pidió que se tome conciencia de que “nuestra misión no es un proyecto humano terminado, sino que es divino” evitando poner “excesiva confianza en la organización, en los medios y en las obras” y en la sobrevaloración de “los recursos humanos y materiales”, como si la predicación de Cristo fuera “cuestión de dinero, de obras y de desarrollo”. En este contexto, previno sobre un “tipo de evangelización que reduce la cooperación misionera a la recogida de fondos”.
Aunque Del Prete reconoció que “se está afianzando” la conciencia de que “la misión atañe a todos los cristianos” advirtió que subsiste también una tendencia grave “que atenaza a las Iglesias particulares a encerrarse en sí mismas”, matizando que “si el obispo tiene pasión misionera, toda la comunidad diocesana es misionera”.
Para el secretario de la PUM las OMP –que son “como el núcleo duro de esta pasión misionera”- no pueden ser “organismos que respondan de manera pasiva a las necesidades, con una obra de ingeniería distributiva de los fondos y recursos de personal, sino organismos capaces de ofrecer significados nuevos, de hacerles protagonistas de la evangelización”.
“A todas las OMP, les corresponde la tarea de proponer y realizar la evangelización como actividad que procede de Dios que es caridad, y del costado llagado de Cristo”, subrayó.
Para concluir, Del Prete sostuvo que “los criterios del futuro de la cooperación misionera serán, pues, establecidos por una más profunda penetración del misterio de Dios, por una lectura crítica de los signos de los tiempos, y por la capacidad de inventar los ministerios de la misión evangelizadora”.
