Con ocasión de la celebración
del Día de Hispanoamérica, el pasado 2 de marzo, sábado, nuestra Iglesia
diocesana de Jaén, celebró el Día del Misionero Diocesano.
En torno a 100 paisanos
nuestros, hombres y mujeres que han nacido y crecido entre nosotros, que han
recibido la fe en nuestras comunidades cristianas, se encuentran sirviendo a la Iglesia en la Misión ad gentes,
implicados en la evangelización de los pueblos en primera línea y casi siempre
entre los más pobres de la
Tierra , arriesgando en muchas ocasiones hasta sus propias
vidas, dando así un testimonio decidido, valiente y fiel de la misma entrega de
Cristo, que ha encargado a sus discípulos la tarea de ir al mundo entero y
anunciar el Evangelio.
Como Iglesia de Jaén, nos
sentimos muy orgullosos de estos hermanos nuestros y profundamente agradecidos
a Dios por haber suscitado en ellos la vocación de la misión ad gentes y por
ser, así, para todos nosotros, un estímulo a seguir trabajando en la construcción
del Reino de Dios, llevando a todos la “alegría de creer”, la Buena Noticia de la salvación,
también en esta porción de la
Iglesia en la que vivimos.
Por esto, el Equipo de la Delegación de Misiones
organizó un Encuentro en el Seminario Diocesano para rendir un sencillo, pero
muy sincero homenaje a nuestros misioneros y celebrarlo con sus familiares,
teniendo así la oportunidad de compartir sus experiencias y las noticias que
tenemos de ellos.
Fue de gran ayuda el trabajo
preparado por el matrimonio misionero, miembro de OCASHA, compuesto por Antonio
García y Ana Cruz, que mantienen una hermosa relación de amistad, de apoyo, de
seguimiento y correspondencia con muchos de ellos y compartieron con todos una
presentación de fotografías, noticias… que nos llenaron de gozo y admiración.
Resultó una tarde de convivencia
extraordinaria, de conocer a las familias de algunos de nuestros misioneros, de
compartir experiencias y de orar juntos.
Culminamos la jornada con un
broche de oro: la celebración de la Eucaristía y oración por estos hermanos nuestros,
recordando muy especialmente a los difuntos, que fue presidida por el Sr.
Obispo, Don Ramón del Hoyo López.