ENCUENTRO MISIONERO DE JÓVENES 2023

Pastoral misionera

Jesús declara a los Apóstoles y a nosotros: “Como el Padre me envió, así también los envío yo” (Jn 20,21). Y explica que esta misión es para que el mundo crea  y para que, así, los hombres tengan vida en su nombre.
La Iglesia universal, todas la Iglesias particulares, todas las instituciones y asociaciones eclesiales y cada cristiano en la Iglesia tienen el deber de colaborar para que el mensaje del Señor se difunda y llegue hasta los extremos confines de la tierra (Cf. Hch. 1, 8), y el Cuerpo Místico llegue a la plenitud de su madurez en Cristo (Cf. Ef 4, 13; CM 17).
La misión es, ante todo, tarea de la Iglesia particular, por ser ella misionera por naturaleza. Toda la Iglesia y cada Iglesia son enviadas a las gentes (RMi 62). La Iglesia particular es sujeto primario de la evangelización, en comunión con la Iglesia universal. Las Iglesias locales, por consiguiente, han de incluir la animación misionera como elemento primordial de su pastoral ordinaria en las parroquias, asociaciones y grupos, especialmente los juveniles (RMi 83).
En la programación pastoral ha de  ocupar una parte muy importante la “pastoral misionera”, que anima y forma para la misión; lleva a vivir organizadamente la comunión misionera; y promueve la cooperación misionera universal que corresponde a las comunidades eclesiales y a cada fiel cristiano. Así, la pastoral misionera nos ayuda a globalizar el Evangelio y a lograr progresivamente que cada comunidad cristiana sea casa y escuela de comunión, solidaridad y misión. La pastoral misionera cumple la tarea eclesial de enseñar y ayudar a los “discípulos” de Jesús a “hacer discípulos” para El.