El cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, reveló el contenido de la intervención del cardenal Bergoglio en la congregación general de cardenales previa al cónclave.
Le pareció "magistral, esclarecedora, comprometedora y cierta". Por coincidir con su pensamiento sobre la Iglesia, preguntó al cardenal Bergoglio tras su intervención si tenía un texto escrito, pues deseaba conservarlo, lo cual este negó. Pero a la mañana siguiente, "con delicadeza extrema" le entregó el texto de la "intervención escrita de su puño y letra tal y como él la recordaba".
La dulce y confortadora alegría de evangelizar
La evangelización es la razón de ser de la Iglesia. "La dulce y confortadora alegría de evangelizar" (Pablo VI). Es el mismo Jesucristo quien, desde dentro, nos impulsa.
1.- Evangelizar supone celo apostólico. Evangelizar supone en la Iglesia la parresía de salir de sí misma. La Iglesia está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias, no solo las geográficas, sino también las periferias existenciales: las del misterio del pecado, las del dolor, las de la injusticia, las de la ignorancia y prescindencia religiosa, las del pensamiento, las de toda miseria.
2.- Cuando la Iglesia no sale de sí misma para evangelizar deviene autorreferencial y entonces se enferma (cfr. La mujer encorvada sobre sí misma del Evangelio). Los males que, a lo largo del tiempo, se dan en las instituciones eclesiales tienen raíz de autorreferencialidad, una suerte de narcisismo teológico. En el Apocalipsis Jesús dice que está a la puerta y llama. Evidentemente el texto se refiere a que golpea desde fuera la puerta para entrar... Pero pienso en las veces en que Jesús golpea desde dentro para que le dejemos salir. La Iglesia autorreferencial pretende a Jesucristo dentro de sí y no lo deja salir.
3.- La Iglesia, cuando es autorreferencial, sin darse cuenta, cree que tiene luz propia; deja de ser el mysterium lunae y da lugar a ese mal tan grave que es la mundanidad espiritual (Según De Lubac, el peor mal que puede sobrevenir a la Iglesia). Ese vivir para darse gloria los unos a otros. Simplificando; hay dos imágenes de Iglesia: la Iglesia evangelizadora que sale de sí; la Dei Verbum religiose audiens et fidenter proclamans, o la Iglesia mundana que vive en sí, de sí, para sí. Esto debe dar luz a los posibles cambios y reformas que haya que hacer para la salvación de las almas.
4.- Pensando en el próximo Papa: un hombre que, desde la contemplación de Jesucristo y desde la adoración a Jesucristo ayude a la Iglesia a salir de sí hacia las periferias existenciales, que la ayude a ser la madre fecunda que vive de "la dulce y confortadora alegría de la evangelizar".
(Fuente: http://www.feadulta.com/es/noticias-de-alcance/985-el-pensamiento-del-papa-francisco-sobre-la-mision-de-la-iglesia.html)