Rocafuerte, 15 de Octubre de 2014
Querido don
Ramón: espero y deseo que se encuentre bien de salud y de ánimo y así lo
pido al Señor en mi oración. Como conversamos cuando estuve por ahí en Agosto,
quisiera estar más en contacto con usted para contarle como van las cosas por
la misión de Rocafuerte.
En estos
tiempos, antes que comience el invierno, toca salir más a
la comunidades del campo. Ahí se experimenta con
intensidad lo que es la salida misionera, pues toca pisar lodo,
montar a caballo, en lancha, caminar... para poder llegar al
destino. Es una alegría encontrar a la comunidad reunida esperando la
visita del sacerdote que apenas logra acercarse a ellos una vez al año.
Normalmente en estas visitas la gente se vuelca en la acogida, la preparación
de la celebración, etc. Uno regresa con más ganas de servir a estos pueblos.
Siento como
con el tiempo he ido perdiendo el miedo a irme a estos lugares lejanos y eso me
ayuda a salir más y con mayor empeño. La semana que viene vamos a realizar el
17º Cursillo para guías y catequistas desde que estamos aquí "los de
Jaén". Estos encuentros son un motor para la parroquia y ocasiones muy
importantes para encontrarse, coordinar, celebrar, formarse y orar juntos.
Suelen venir una media de unas treinta personas.
Seguimos
ayudando, en la medida en que podemos, a jóvenes estudiantes, enfermos, pobres,
personas con discapacidad. Es una constante que la gente acuda a la parroquia
en busca de una mano solidaria. En la casa parroquial sigo acogiendo a varios
jóvenes estudiantes que vienen de familias muy desestructuradas y ellos se
están convirtiendo en líderes en la pastoral juvenil y en los grupos
misioneros.
En este mes
misionero quiero compartir con mi pastor esta experiencia y pedirle que me
tenga muy presente en sus oraciones, que no olvide este pedacito de Jaén en
tierras ecuatorianas. Un abrazo grande en el Señor.