El pasado día 1 de
octubre, coincidiendo con el inicio del Octubre Misionero, se constituyo en el
Seminario Diocesano de Jaén, el Consejo Diocesano de Misiones comprendiendo D.
Ramón, nuestro Obispo, la importancia de coordinar toda la acción misionera que
se realiza en la diócesis y respondiendo a la petición del Cardenal Filoni,
prefecto de la Congregación para le Evangelización de los Pueblos, que en
circular enviada a las Conferencias Episcopales el verano de 2013 recomendaba
además de que los servicios de la delegación diocesana de misiones y de la
dirección diocesana de las OMP deberían ser asumidos en cada Iglesia local por
la misma persona, que estos servicios deberían estar articulados colegialmente
por el Consejo Diocesano de Misiones.
El primer responsable
de la misión es el Obispo con todo su presbiterio y junto a las congregaciones
religiosas, movimientos y laicos comprometidos con el anuncio del Reino de
Dios en cada Diócesis.
Tiene como
finalidades primordiales:
-
Ayudar al Obispo, directamente o a través de su Delegado
de Misiones, en su cometido de coordinación de las instituciones de carácter
misionero de modo que todo se realice en comunión eclesial.
-
Bajo la dirección del Obispo y su Delegado Episcopal,
impulsar los trabajos que se realizan por los diferentes organismos en orden a
una mayor eficacia de la animación y formación misioneras, así como la
cooperación espiritual, vocacional y material de la diócesis.
-
Organizar toda la labor misionera, en coordinación con
las OMP, haciendo de cada diócesis una Iglesia local con un espíritu de misión
permanente.
-
Reflexionar en clave misionera sobre los nuevos desafíos
que plantean a las comunidades eclesiales la situación de increencia o de
abandono de la fe de muchos bautizados, y la consiguiente necesidad de una
Nueva Evangelización en las Iglesias particulares.
Corresponde
al CDM acrecentar en los fieles la preocupación por el anuncio del Evangelio en
los lugares o situaciones en los que la Iglesia no está establecida
firmemente todavía o que aún no conocen a Cristo, mantener la relación con los
misioneros de la diócesis, y coordinar las actividades de este consejo con
las Obras Misionales Pontificias.
Es importante que todos los organismos e institutos
que se dediquen a la misión universal de la Iglesia lo hagan en
coordinación con este consejo.