«A los 50 años del Decreto Ad gentes»
El sábado, 26 de
septiembre, tuvo lugar en el Seminario Diocesano de Jaén, el Encuentro de
Voluntarios y Delegados de Misiones de la Provincia Eclesiástica de Granada.
Este encuentro suele realizarse en el tiempo pascual, pero al cumplirse este
año el 50 aniversario de la aprobación del Decreto Ad gentes emanado directamente del Concilio Vaticano II, sobre la
actividad misionera de la Iglesia que hemos hecho coincidir con el inicio del
segundo curso de la Escuela de Animación Misionera de nuestra Diócesis. De ahí
el título: «A los 50 años del Decreto Ad gentes».
Nuestro
delegado, Manuel Alfonso Perez Galan, fue el encargado de realizar la
exposición. Primero hizo una introducción sobre las etapas del Concilio: «Dicen los entendidos que
cada Concilio tiene tres fases: (1) preparación, (2) la celebración y (3) de
recepción. Y dicen también que aunque 50 años parece mucho tiempo, por lo
general se necesitan al menos 75 años y hasta un siglo o más para la recepción
y puesta en práctica de un Concilio. Así que, después de 50 años, todavía
estamos de lleno en la tercera fase o de recepción».
Después
recorrió los antecedentes de documentos misioneros ad gentes, remontándose a 1622 cuando Gregorio XV escribió «Inescrutabili Divinae
Providentiae» por la que se creó la Sacra
Congregatio de Propaganda Fide, una vez que España y Portugal ya no
lideraban las misiones a nivel mundial. Hasta San Juan XXIII que convocó el
Concilio.
Siguió
el contexto previo al Concilio tanto en la teología (con las grandes escuelas
misionológicas: Münster, belga, francesa y española. En 1910 se creaba la primera cátedra de
misionología en la universidad de Münster. En 1930 las Universidades Gregoriana
y Urbaniana, en Roma), como en la sociedad: la
descolonización en la
que Iglesia jugó un rol importante en África, Asia y Medio Oriente a través de
los capellanes militares de países europeos católicos con importantes colonias
y, por otro lado, el resentimiento pasó factura, y
la guerra fría que generó
múltiples guerras civiles con el consiguiente costo para los misioneros desde
el final de la 2ª Guerra Mundial.
El
desarrollo del Decreto con sus ocho redacciones hasta llegar al 7 de diciembre, se
promulga, al alcanzar 2.394 placet y tener solo 5 non placet. Fue
el texto votado con más placet por los padres conciliares.
Su novedad: El Decreto AG
describe la acción misionera propiamente dicha, por el testimonio, la
predicación y la formación de la comunidad eclesial. Está ricamente
fundamentado en la Sagrada Escritura (46 citas bíblicas), y abunda en los
textos bíblicos sobre los cuales está basada la actividad misionera.
Los
padres conciliares señalan el origen trinitario de la misión:
- Missio Dei, origen trinitario de la
misión de la Iglesia
- El Padre es el hontanal primero de toda
gracia y de todo don. Él envía al Hijo. Y el Padre y el Hijo envían al Espíritu
Santo que guía y acompaña a la Iglesia
- La Iglesia es sacramento universal de
salvación
AG se enriquece
en relación con las cuatro constituciones del Vaticano II: La Iglesia es
sacramento (Lumen gentium) como portadora de Cristo, Palabra
de Dios (Dei Verbum), que celebra el misterio pascual de la
muerte y resurrección de Cristo (Sacrosanctum concilium), y
que se inserta de modo solidario en el mundo (Gaudium et spes). Entonces
la misión ad gentes recupera toda su perspectiva evangélica,
que se actualiza en cada época de la historia.
Los objetivos de la misión ad gentes:
-
realizar el primer anuncio del evangelio donde todavía no haya
sido predicado,
-
extender el reino de Dios,
-
comunicar la fe (invitando a la conversión y al bautismo),
-
implantar la Iglesia (o establecer los signos permanentes de la
presencia de Cristo),
-
obedecer al mandato misionero de Cristo,
-
hacer misionera a toda la Iglesia (como sacramento universal de
salvación), compartir entre Iglesias hermanas...
Cambio de circunstancias en
estos inicios del tercer milenio está suponiendo un cambio de paradigma: missio inter gentes. Debido a: los
movimientos migratorios, los misioneros también salen del sur (Hispanoamérica y
África) y de Asia, la facilidad para ir de un país a otro, los Mass media,
Internet y las redes sociales, todo esto supone interculturalidad,
diversidad... Lo que implica un cambio en las formas y estilos de llevar a cabo
la misión.
Missio inter
gentes subraya la urgencia del diálogo de la vida con los no cristianos en su casa
e incluso cuando viven entre nosotros.
La evangelización
debe comenzar por la búsqueda de las «semillas del Verbo». Ser sensibles
a las huellas del Espíritu.
Supone un nuevo
concepto de salvación integral de la persona y requiere la inculturación del
Evangelio recordando que la Iglesia está al servicio del Reino, ocupando
también su espacio en el mundo virtual, en las megaciudades y en los MCS.
Formando equipos misioneros y dejando atrás los franco tiradores de la misión,
dando valor esencial al testimonio.
Y terminó señalando
la importancia de la missio ad extra, ad
altera, in altum, y sin dejar de lado, como dice Papa Francisco, a los
olvidados por la cultura del descarte: missio
ad pauperem, los pobres, y ad vulnera,
los heridos.
A continuación se
dio un tiempo para el trabajo en grupos, que fue un intenso diálogo sobre lo
tratado y cuyas conclusiones fueron:
- Profundizar
personal y comunitariamente en la fuerza de la dimensión misionera que, por el
Bautismo, todos somos partícipes y corresponsables.
- Hacer que
nuestras parroquias sean testimonio de una Iglesia abierta y acogedora de
todos.
- Eliminar las
estructuras obsoletas que nos impiden ser misioneros allí donde estamos.
A continuación, Elías, Delegado de Granada, nos presentó unos carteles muy ilustrativos que había preparado de estos 50 años.
El encuentro finalizó con
unas palabras de D. Anastasio Gil García, Director Nacional de Obras Misionales
Pontificias, agradeciendo la presencia de los representantes de las distintas
diócesis, animando a la vez a la
participación en la Semana «El Domund al descubierto» que se celebrará del 8 al
15 de Octubre en Sevilla.