SEMANA
DE ORACIÓN POR LAS MISIONES
En esta semana (4-10) se pretende promover entre los fieles
la constancia en la oración para dar gracias a Dios por el don de la fe, así
como para pedir al dueño de la
mies que envíe operarios a su mies y que el anuncio de la Buena Noticia llegue
a todos los pueblos.
Conviene llevar estas intenciones tanto a la oración personal como a la
comunitaria, comenzando por la participación en la Eucaristía, y sin olvidar el
rezo del Rosario Misionero, las vigilias de oración y otras posibles
celebraciones litúrgicas de carácter misionero.
“Hay una
forma de oración que nos estimula particularmente a la entrega evangelizadora y
nos motiva a buscar el bien de los demás: es la intercesión” (Papa Francisco
Evangelii Gaudium # 281)
Rezo del Rosario
Misionero
El Rosario Misionero tiene la intención
de orar por la paz mundial y por la conversión de todos los hombres. Los
cinco colores diferentes representan a los cinco continentes y señalan cómo orar. La
decena blanca es para la vieja Europa, ya que puede recuperar el fervor
evangelizador que generó tantas Iglesias; la decena amarilla es
para Asia, que está estallando con vida y juventud; la verde es
para África, tratada por el sufrimiento, pero lista para la proclamación; la
decena roja es para América, vivero de nuevas fuerzas
misioneras; la azul es para el continente de Oceanía y Australia
en espera de una distribución más detallada del Evangelio.
San Juan Pablo II nos recordaba que: «El Rosario es también un itinerario de
anuncio y de profundización, en el que el misterio de Cristo es presentado
continuamente en los diversos aspectos de la experiencia cristiana. Es una
presentación orante y contemplativa, que trata de modelar al cristiano según el
corazón de Cristo. Efectivamente, si en el rezo del Rosario se valoran
adecuadamente todos sus elementos para una meditación eficaz, se da,
especialmente en la celebración comunitaria en las parroquias y los santuarios,
una significativa oportunidad catequética que los Pastores deben
saber aprovechar. La Virgen del Rosario continúa también de este modo su obra
de anunciar a Cristo. La historia del Rosario muestra cómo esta oración ha sido
utilizada especialmente por los Dominicos, en un momento difícil para la
Iglesia a causa de la difusión de la herejía. Hoy estamos ante nuevos desafíos.
¿Por qué no volver a tomar en la mano las cuentas del rosario con la fe de
quienes nos han precedido? El Rosario conserva toda su fuerza y sigue siendo un
recurso importante en el bagaje pastoral de todo buen evangelizador».
El Rosario está, por su naturaleza,
orientado a la paz, incluso por los frutos de caridad que produce, incluyendo
el deseo de recibir, defender y promover la vida, haciéndose cargo del
sufrimiento de los niños en todas partes del mundo; a dar testimonio de las
bienaventuranzas en la vida cotidiana; consigue un Cireneo en cada hermano
aquejado por el dolor u oprimido por la desesperación. Para llegar a ser, en
una palabra, constructores de la paz y la esperanza en el mundo.
(Cf. Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae, Juan
Pablo II en el año 2002)
Letanías misioneras
Madre de
todos los pueblos
Madre de la dulzura Madre de la Iglesias jóvenes Madre de los bautizados Madre de los hombres de buena voluntad Madre de los que luchan por la fraternidad Madre de los padres Madre de las madres Madre de los hijos Madre de los pobres Madre de los niños soldados Madre de los niños sin hogar Madre de los niños trabajadores Madre de los niños prostituidos Madre de los condenados a muerte Madre de los obligados a matar Madre de los refugiados Signo de la esperanza Vientre de ternura Apoyo de los misioneros del Evangelio Casa de los niños de la calle Justicia de los trabajadores mal pagados Refugio de los prófugos Palabra de los sin voz Esperanza de los que buscan un futuro mejor Estrella de la evangelización Fuente de esperanza Jardín puro de belleza Profecía de una fe sin fin Señora de la acogida Compañera de viaje Espera de liberación Virgen de la Caridad Virgen del Cobre Virgen de Fátima Virgen de Loreto Ntra. Sra. de Lourdes Ntra. Sra. de Guadalupe Ntra. Sra. de la Cabeza Reina de los continentes |
ORACIÓN
Virgen Madre, abre nuestros corazones
Virgen Madre, abre nuestros corazones
al sufrimiento de nuestros hermanos del mundo,
enséñanos a compartir las alegrías y las esperanzas,
el dolor y la angustia,
que marca el camino de nuestra existencia.
Haz justicia a los que viven la destrucción de la miseria
y da paz interior los que viven aburridos por la opulencia,
devuelve a todos la alegría de compartir y vivir.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén